La creatividad es una de esas cosas que puede parecer que nos eluda. Muchos de nosotros creemos que se necesita talento y que, por lo tanto, nunca seremos creativos.
La ciencia, por su parte, opina diferente. Considera que la creatividad puede efectivamente ser aprendida y nutrida.
Así que…. ¡vamos a ello!
Haz ejercicio regularmente
El ejercicio es bueno para la creatividad, a menos que estés gastando la mayor parte de tu esfuerzo en los movimientos mismos.
Estar activo regularmente es crítico para cosechar sus beneficios: «Creemos que el movimiento físico es bueno para la capacidad de pensar con flexibilidad, pero sólo si el cuerpo está acostumbrado a estar activo […] De lo contrario, una gran parte de la energía destinada al pensamiento creativo va al propio movimiento».
Toma descansos
Cuando te sientes atrapado con una idea y no tienes a dónde ir. Necesitas un respiro. Forzarte a encontrar una solución sólo te llevará al agotamiento.
Intenta levantarte de tu escritorio, salir o ir a la máquina expendedora, tomar un café, hablar con la gente y mirar el paisaje fuera de tu lugar de trabajo.
Algunas inspiraciones te golpearan en los lugares más inesperados, y te sorprenderás cuando las recibas cuando en realidad no estés trabajando, como también parte de sus beneficios.
Arriésgate
Un riesgo puede ser una espada de doble filo, pero cuanto más lo evitas, más dejas las ideas sin voltear. Los riesgos te permiten pensar fuera de la caja, buscar lo no convencional y aceptar la diferencia.
El pensamiento creativo no requiere que te conformes todo el tiempo; de hecho, la mayoría de los conceptos ingeniosos nacen de la desviación.
Aprende otro idioma
Esto puede sonar extraño, pero los investigadores han descubierto evidencia que sugiere que el bilingüismo y el multilingüismo tienen el potencial de mejorar las habilidades creativas y su aplicación.
Aunque el vínculo sigue siendo tenue, los individuos que son capaces de hablar más de un idioma son famosos por mostrar habilidades multitarea más competentes y una cognición superior.
Estos son componentes críticos para aprovechar y canalizar con éxito la creatividad, que es uno de los mayores retos a los que se enfrentan quienes tienen una imaginación fértil y activa.
Si se toma en serio la gestión de la creatividad y el aumento de la productividad, el aprendizaje de un nuevo idioma podría dotarle de las aptitudes necesarias para trabajar de forma más eficiente y procesar múltiples procesos de pensamiento de forma simultánea.
Crea un ritual de creatividad
Crear un «ritual de creatividad«. Para ser consistente en el entrenamiento de tus músculos creativos, necesitas un ritual para centrarte cada vez, incluso si no tienes ganas.
El escritor E. B. White lo expresa de esta manera: «Un escritor que espera las condiciones ideales para trabajar morirá sin poner una palabra en el papel.»
Ponte una fecha límite
Puede parecer contrario a la intuición, pero ponerte límites a ti mismo puede ser toda la motivación que necesitas para poner en marcha los motores de la creatividad.
Trabaja en un nuevo entorno
El mismo escritorio, la misma taza, el mismo ordenador todos los días, no es exactamente la imagen de la inspiración. Cambia tu lugar de trabajo si puede regularmente para no sentirse demasiado cómodo.
Pasa el tiempo con gente creativa
A veces hay presión para conformarse con la experiencia de tu mentor que confiar en tus impulsos creativos. Un estudio encontró que «el trabajo creativo es sensible al contexto social del creador».
Los procesos de trabajo mutuo parecen ayudar a la labor creativa y fomentar las interacciones entre pares que la facilitan.
No te rindas
Los avances sólo ocurren después de intentarlo una y otra vez. Thomas Edison, falló 1.000 veces antes de inventar la bombilla, dijo esto:
«No he fallado. Solo descubrí 1.000 formas de como no hacer una bombilla».