¿Alguna vez has perdido la noción del tiempo haciendo algo desafiante y emocionante al mismo tiempo? Entonces significa que ya has experimentado el llamado Estado de Flujo. En este artículo descubriremos qué es y cuáles son los requisitos para revivir esa experiencia en el mando.
¿Qué es el estado de Flujo o Flow?
«Contrariamente a lo que solemos creer, los mejores momentos de nuestras vidas no son pasivos, receptivos, relajantes… Los mejores momentos suelen ser necesarios cuando el cuerpo y la mente de una persona son llevados a sus límites en un esfuerzo voluntario para lograr algo difícil y digno».
Mihaly Csikszentmihalyi
Mihaly Csikszentmihalyi, el «padre» del concepto de Estado de Flujo (o Estado de Flujo), lo describe como el momento en que la mente y el cuerpo, totalmente absorbidos en una acción dada, entran en una condición de concentración armónica.
Aquellos que lo experimentan se sienten completamente atrapados por una actividad que los arrastra como una corriente.
- De repente, el mundo exterior deja de existir.
- Los ruidos cesan. Las presiones externas cesan.
- No hay más distracciones o pensamientos negativos.
- No hay más urgencias.
No es posible dedicarse a otra cosa porque esa actividad nos secuestra completamente y aprovechamos el momento. Lo dominamos.
Nos sentimos transportados por una fuerza positiva, poderosa, pero amistosa, que nos permite alcanzar metas inesperadas y expandir nuestra conciencia y conocimiento.
En este auténtico estado de gracia, nos sentimos más que vivos.
Somos felices, estamos perfectamente bien. En resumen, estamos en éxtasis.
La satisfacción y el placer que sentimos proviene de la misma acción que tomamos, no de expectativas, resultados o retrocesos.
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Finalmente, en este estado de flujo obtenemos los mejores resultados de nuestra historia.
Por lo tanto, el flujo puede experimentarse en diferentes áreas de la vida.
Por el contrario: para vivir una vida plena y feliz y satisfacer su necesidad de autorrealización, debe aspirar a experimentarla en el mayor número de áreas posibles.
No necesitas ninguna píldora, hierba u hongos para sentir el flujo en tu vida.
El estado de flujo, sin embargo, tiene 6 características muy precisas y 3 son los requisitos necesarios para lograrlo.
Las 6 características del Estado de Flujo
Cuando se trata del Estado de Flujo, hay mucha confusión.
Algunas personas confunden este estado mental tan específico con la simple concentración y otras con la meditación.
En realidad, como ya se ha mencionado, el Estado de Flujo tiene algunas características muy específicas: conocerlas le ayudará a experimentarlo lo antes posible (y con la mayor frecuencia posible).
Veámoslos.
1. Unión entre la acción y la conciencia
La acción que tomamos en el Estado de Flujo es:
Natural, fluido, auténtico, instintivo.
No hay ningún esfuerzo. No hay programación. Nuestra conciencia se vuelve una con lo que hacemos. Somos pura acción.
2. Ausencia total de distracciones
Cuando tratamos de concentrarnos, debemos esforzarnos activamente por eliminar las distracciones.
Por el contrario, cuando entramos en el Estado de Flujo estamos tan absortos que simplemente ignoramos cualquier distracción.
La diferencia es sutil, pero sustancial.
3. Control de la calma
En el estado de flujo no hay signos de ninguna preocupación o ansiedad.
No tememos cometer errores y causar una mala impresión. Estamos bien, estamos tranquilos y confiados.
Esto sucede porque la mente, totalmente embelesada en el momento presente, calma el continuo parloteo interior que suele acompañarnos: dejamos de pensar y nos limitamos a ser y hacer.
4. Ausencia de juicio y pérdida de la conciencia de sí mismo
Cuando entramos en el estado mental descubierto por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi para cesar son en particular nuestros pensamientos asustados y llenos de juicios y críticas.
Penetrados por este silencio mental, perdemos la conciencia de nosotros mismos.
En el Estado de Flujo estarás más presente que nunca: simplemente estarás inmerso en cuerpo y alma en la acción y durante unos minutos te olvidarás de la película de fantasía en la que tu mente está constantemente enjaulada.
5. Deconstruyendo el tiempo
En realidad, cuando entramos en el flujo, no sabemos exactamente cuánto dura esta experiencia.
Esta es, de hecho, una de las señales más típicas y en cierto modo curiosas del Flujo: percibimos el tiempo de forma alterada; según la acción, los minutos parecen pasar más despacio o más rápido, pero siempre de forma positiva y agradable.
6. La experiencia Autotélica
El placer que sentimos al hacer lo que nos ha absorbido es puro, independiente de las recompensas, premios y reconocimientos posteriores.
Hemos realizado esa acción impulsados por una profunda voluntad propia, no movidos por un sentido del deber o expectativas futuras. Es por eso que el Flujo es una de las formas más efectivas de cultivar nuestra felicidad (encuentra las otras 5 formas confirmadas por la ciencia en este artículo).
Estas son, entonces, las principales características del Estado de Flujo.
Bueno, no existen fórmulas mágicas o trucos desechables para llegar al Estado de Flujo.
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Por el contrario, el estado de desatención al que nos ha reducido la «Dictadura de los Smartphones» hace casi imposible que experimentemos este peculiar estado psicológico (¡piense cuántas veces se ha distraído leyendo este artículo de poco más de 1.000 palabras… si es que alguna vez ha llegado tan lejos!).
Pero no toda la esperanza está perdida.
De hecho, podemos recrear en nuestros días lo que es el terreno más fértil para que este estado mental florezca. Pero para ello, debemos cumplir estos tres requisitos…
Los 3 requisitos del Estado de Flujo
A) Objetivos claros
No me cansaré de repetirlo: aprende a darte metas relevantes, específicas y ambiciosas.
Sólo podemos encontrar el Flujo haciendo algo que nos interese, que esté claro para nosotros y que nos desafíe.
…y esta última característica de nuestros objetivos es particularmente importante, de hecho el segundo requisito para crear el caldo de cultivo para el Estado de Flujo es…
B) Equilibrio entre las dificultades que enfrentamos y nuestras habilidades individuales
Las actividades simples que no ponen a prueba nuestras habilidades nos llevan a la apatía.
Cuando abordamos actividades demasiado simples, nos sentimos relajados, pero también aburridos.
Por otro lado, si no tenemos las habilidades necesarias para completar ciertas acciones nos sentimos estresados.
Sólo encontrando el equilibrio adecuado entre la dificultad y la maestría podemos aspirar a entrar en el Estado de Flujo.
Este aspecto específico está muy bien explicado en la presentación del Prof. Csikszentmihalyi en el TED:
C) Retroalimentación inmediata y segura
Tanto si son internas, es decir, emociones o señales corporales, como externas, la retroalimentación es un mensaje que nos da una indicación de cómo estamos trabajando hacia nuestro objetivo y funciona como un refuerzo positivo.
Las actividades que nos llevan al estado de flujo tienden a darnos una retroalimentación inmediata y segura.
En resumen, cuanto más actuamos, más satisfechos y competentes nos sentimos.
Estos son los 3 requisitos fundamentales para entrar en el Estado de Flujo.