Todos sabemos que la verdadera lucha que estamos librando es contra nosotros mismos. Es por eso que necesitamos autodisciplina diaria si queremos ganar esa pelea.
Los estudios muestran que las personas con autodisciplina son más felices. ¿Por qué?
No dejan que sus impulsos o sentimientos dicten sus elecciones, sus decisiones. Así que, si tú también quieres controlar tus hábitos, tus elecciones, tus decisiones y ser más feliz, aquí hay 9 cosas simples y poderosas que puedes hacer para tener autodisciplina.
8 Pasos para desarrollar una autodisciplina férrea
1. Reconoce tus debilidades
Todos tenemos debilidades. Ya sea el chocolate, el facebook, un videojuego, todas estas debilidades tienen el mismo efecto en nosotros.
Con demasiada frecuencia, la gente trata de ocultar sus debilidades fingiendo que no existen. De hecho, se hacen un flaco favor porque no puedes superar tus debilidades hasta que las hayas identificado y aceptado.
2. Eliminar las tentaciones
Simplemente quitando las mayores tentaciones de tu entorno, mejorará enormemente tu autodisciplina.
Por ejemplo, si quieres comer más sano, no compres comida basura. Si quieres mejorar tu productividad en el trabajo, apaga todo lo que te pueda distraer (notificaciones de aplicaciones, tu teléfono). Cuantas menos distracciones tengas, más centrado estarás en lograr tus objetivos. Programar una mentalidad exitosa abandonando las malas influencias y hábitos.
3. Establece objetivos y un plan de acción
Si quieres lograr la autodisciplina, necesitas tener una visión clara de lo que quieres lograr. También debe tener una idea clara de lo que el éxito significa para usted. Porque si no sabes a dónde vas, te perderás fácilmente en el camino. Un plan claro indicará cada paso (tarea) que debes tomar para alcanzar tus metas. Es importante entender quién eres, lo que realmente quieres y por qué. También puedes crear un mantra para mantenerte concentrado. La gente exitosa usa esta técnica para mantenerse enfocada y en el camino.
4. Construye autodisciplina
No nacemos con autodisciplina. Es algo que aprendemos. Y como cualquier otra habilidad que quieras adquirir, requiere aprendizaje, práctica diaria y repetición. Es como hacer deporte o cualquier tipo de actividad física, todo el mundo sabe que es bueno para la salud, pero no todo el mundo lo practica. Se trata de fuerza de voluntad y autodisciplina. Aunque puede ser exigente al principio, como cualquier cambio, sigue hasta que lo consigues.
Es fácil perder la autodisciplina, porque las tentaciones, los desafíos, los altibajos de la vida están ahí. De ahí la importancia de construir tu autodisciplina a través de la práctica diaria, con el fin de anclar este nuevo hábito.
5. Instala nuevos hábitos simples
Establecer la autodisciplina y crear un nuevo hábito puede ser engorroso e intimidante al principio. Por eso es importante mantenerlo simple. Reduce tu objetivo principal.
Por ejemplo, si quieres tener una figura hermosa, empieza por hacer ejercicio durante 10 o 15 minutos al día. Si estás tratando de mejorar tus hábitos de sueño, empiece por irse a la cama 15 minutos antes cada noche. Si quieres comer más saludablemente, empieza por evitar el uso sistemático de la sal en tu comida. Da pequeños pasos. Y, cuando estés listo, añade más objetivos a tu lista.
6. Come a menudo y de forma saludable
Cuando tienes hambre, tu capacidad de concentración se ve afectada y tu cerebro no funciona tan bien. Así que come cosas sanas y haz comidas regulares para que tu cerebro funcione correctamente.
7. Cambia tu concepción por tu propia voluntad
Nuestro nivel de fuerza de voluntad está determinado por nuestras creencias. Si crees que tienes una cantidad limitada de fuerza de voluntad, entonces probablemente no excederás ese límite. Si no estableces límites, probablemente te cansarás menos antes de alcanzar tus objetivos.
Es la forma en que pensamos acerca de nuestro nivel de fuerza de voluntad lo que determina si tenemos mucho o poco. Si puedes eliminar estas barreras inconscientes (y a menudo injustificadas) y crees realmente que tienes la voluntad, entonces podrás potenciarte y aumentar tu motivación para hacer realidad tus objetivos. Todo se trata de la creencia.
8. Recompensate
Cada vez que alcances un objetivo que te hayas propuesto, date algo. Esto aumentará tu motivación para futuras metas. Todos hemos sido así desde que éramos niños.
El sistema de recompensas es poderoso. Nos empuja a centrarnos más en la recompensa, más en el resultado final y menos en los detalles a lo largo del proceso. Así que cada vez que tengas una nueva meta, encuentra una nueva recompensa que te motive a alcanzarla.